miércoles, 19 de octubre de 2016

Los adolescentes deben domir entre ocho y nueve horas cada noche.

"Hay que trabajar ocho horas y dormir ocho horas, pero no las mismas".
Woody Allen

Necesidad  y justificación para dormir los adolescentes de 8 a 9 horas.



·       Una  razón es que los adolescentes están creciendo y es durante el sueño cuando se produce la testosterona y otras hormonas  que favorecen el crecimiento. Durante el sueño se crece.
·       Los adolescentes son por lo general más activos físicamente que cualquier otro grupo demográfico y por lo tanto deben dormir más. 
·       Otra razón por la que dormir es tan importante es que tiene un profundo efecto en la regulación de la grasa corporal. Durante el sueño, se producen las hormonas importantes que regulan el apetito como la leptina y estas hormonas pueden ser deficientes cuando se duerme poco. En consecuencia, esto hace que las personas que no duermen lo suficiente por la noche coman en exceso y por consiguiente ganen grasa. 
·       Otro perjuicio que la privación del sueño puede inducir es un deterioro significativo en la función cognitiva. Un sueño adecuado es necesario para disfrutar de una óptima agudeza mental y un estudio en el “Journal of Sleep Research and Sleep Medicine cumplían significativamente peor en las pruebas de la función cognitiva.

¿Por qué los adolescentes no duermen lo necesario?

Gran parte de los adolescentes – alumnos de nuestro centro – duermen menos de lo que precisan. Algunos estudios reflejan esa realidad a la perfección: chicos que se duermen en clase, que no rinden en sus estudios, están inquietos, les cuesta concentrarse… y todo ello por un posible motivo, no descansan lo que necesitan.

En estas  edades de 12 a 18 años, los expertos en sueño aseguran que para estar bien hay que dormir más de ocho horas. Muchos de ellos estarán bien con ocho y media y otros necesitarán nueve, pero entre ocho y nueve horas de descanso diarias es el tiempo que requieren para que sus organismos "recarguen las baterías". No dormir bien tiene muchas consecuencias por ese motivo el principal consejo para los padres de adolescentes que no duermen bien es que se aseguren de que sus hijos conocen estas.


¿En qué repercute la falta de sueño?

 

La falta de sueño genera estrés, agresividad, angustia y problemas para concentrarse. 


Baja el rendimiento escolar. Hay estudios que reflejan que más del 20% de los adolescentes se quedan dormidos en clase. Perder la clase o una parte de ella hace que el rendimiento baje. También baja el rendimiento cuando aunque no lleguen a dormirse están cansados, tanto a la hora de atender en el salón de clase como a la hora de estudiar o preparar trabajos.

Baja el rendimiento deportivo. La mayoría de los adolescentes practican deporte y es importante que sepan que si no duermen bien su rendimiento será peor que si hubieran descansado lo suficiente.

Aumenta los problemas emocionales. El cansancio provocado por dormir poco con frecuencia puede aumentar la tristeza, la ansiedad, el estrés y agravar problemas psicológicos como la depresión.


¿Cómo ayudarlos a dormir mejor?


Existen una serie de recomendaciones muy útiles que pueden hacer que los adolescentes descansen de forma satisfactoria cada noche.

Mantener horarios regulares de sueño. Es importante que se acuesten y se levanten siempre a la misma hora. De esa manera el organismo se acostumbra y cuando se acerca la hora de ir a dormir, se prepara y por ello les será más fácil conciliar el sueño. Incluso los fines de semana es recomendable que no alteren demasiado esos patrones, no acostarse más de una hora después de lo que es habitual los días de la semana y no levantarse más de dos o tres horas más tarde.

Practicar ejercicio. Hacer ejercicio regularmente es muy beneficioso para descansar mejor. Pero no debe hacerse ejercicio en las horas previas a irse a dormir. La recomendación es que no se tenga una actividad fuerte en las cinco horas antes de ir a la cama.

No hacer comidas copiosas antes de dormir. Es recomendable no comer de forma abundante antes de ir a dormir. Si la costumbre en la familia es una cena fuerte, esa cena debe hacerse unas horas antes del momento de acostarse. Y antes de ir a la cama puede ser bueno tomar un vaso de leche caliente o una infusión pero siempre sin cafeína y sin ningún estimulante.

No estar ante una pantalla en la hora previa a irse a la cama. Es muy importante que los adolescentes eviten estar ante la computadora, la tableta o incluso la pantalla del celular en la hora antes de acostarse. La razón es que el brillo de estar pantallas activa zonas cerebrales que hacen más difícil conciliar el sueño.


Dormir en una habitación fresca, oscura y silenciosa. Bajar el termostato de la calefacción y oscurecer el cuarto son también dos pasos importantes para lograr un buen descanso.

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