lunes, 24 de abril de 2017

A dos meses de fin de curso...

Es martes 18 de abril de 2017.
"La gota horada la rocano por su fuerza sino por su constancia"
Ovidio. 
"Nada que se consiga sin pena y sin trabajo es verdaderamente valioso"

J. Addison.


Tras el periodo vacacional de la Semana Santa, ha llegado el momento de empezar a preparar lo que, a buen seguro, va a ser el tramo más difícil del curso académico. Después de estas merecidas vacaciones, la sensación del vértigo del final de curso se posa sobre nuestro pensamiento y todo alcanza ritmos frenéticos inimaginables.
Son dos meses cruciales  en lo que todo está en juego; este último paso exige esfuerzo y perseverancia, más si cabe que el desarrollado en trimestres anteriores. Todo lo conseguido hasta ahora no tiene valor si decaemos, y todo lo que no se hizo en su tiempo cabe aún reaccionar y con una buena gestión, planificación y trabajo tratar de recuperar el espacio y tiempo perdido.
“Querer es poder” y “a pesar de todo, siempre hay tiempo”, son dos lemas que debiéramos, tanto padres como profesores, transmitir a nuestros hijos/alumnos con insistencia; factores claves que pueden llevar a asegurar el éxito escolar.
Ante los malos resultados habrá que tomar medidas; medidas que siempre tendrán que ver con el origen de los mismos. Tras el reconocimiento de los errores convendrá poner soluciones (mejorar la atención en clase, utilización de agenda,  organización y planificación de tiempos, evitar distractores,  profesor particular..).
Una de las claves que más se repite como causa de estos malos resultados es la falta de una planificación del trabajo y estudio diario. No basta con estudiar para el examen, hay que tener en cuenta en esta planificación del trabajo diario las tareas a corto, medio y largo plazo .. 
 El estudiante debe ser consciente de lo qué no puede pretender pero, sobre todo, de lo que puede alcanzar con una buena planificación. En este sentido, para conseguir un buen rendimiento, los especialistas recomiendan estructurar los tiempos de estudio en periodos máximos de 45 minutos, acompañados de un breve descanso antes de continuar con el aprendizaje. Aunque suene muy teórico, preparar un calendario de trabajo en el que se organice la materia a estudiar en función del tiempo disponible será esencial para evitar sustos de última hora y poder abordar todo el temario antes de realizar el examen.
Además, a estas alturas los alumnos juegan con un punto a favor: conocen la metodología de cada profesor. Por lo tanto, saben de su exigencia, así como del tipo de exámenes de cada uno. El conocimiento de estos y otros aspectos son muy importantes pues sirven de ayuda a los chicos y chicas para profundizar en diferentes aspectos de las materias que les pueden llevar, además de a comprender mejor su contenido, a conseguir el resultado académico esperado.

Estamos a tiempo. Dos meses es tiempo suficiente para coger las riendas y encaminar los resultados de nuestros hijos o alumnos en la buena dirección. Los valientes se atreven a superar obstáculos, a creer en sí mismos, a mirar más allá del problema y a ver el objetivo trazado.





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