domingo, 16 de octubre de 2016

Normas. ¿Qué hacer?

NO RESPETA LAS NORMAS, ¿QUÉ PODEMOS HACER?

Cuando puedas elegir entre tener razón y ser amable, elige ser amable”.

 R.J. Palacio


El respeto en general y a las nomas es esencial en el desarrollo de nuestros hijos, tanto en sus capacidades personales (asumir responsabilidades y tomar decisiones que les permitan afrontar los retos de la vida), como sociales (relacionarse con los demás de forma adecuada y convivir en armonía).



Este proceso debe iniciarse desde la infancia. Pero a pesar de haber educado a nuestros hijos en las normas y límites, podemos encontrarnos con adolescentes rebeldes, con dificultades para asumir responsabilidades y cumplir normas. Y con actitudes desafiantes y retadoras ante la autoridad de los padres.
aufmerksamkeit_ɱ_m_magnet_magazin_wachsamkeit_aufpassen_zuhören_beobachten1
1. MANTENER LA CALMA
Gritar, perder los nervios o entrar en  descalificaciones o insultos, no soluciona nada. Y puede, en cambio, agravar el problema.

2. ESCUCHAR A ÉL/ELLA
Sus sentimientos, opiniones y el porqué de su discrepancia con las normas. A veces, simplemente el no sentirse escuchado o tenido en cuenta, motiva esta rebeldía.

3. AVERIGUAR QUE FACTORES INFLUYEN EN ESA ACTITUD
A veces puede Ser parte del propio proceso adolescente, que les lleva a la necesidad de tener el control, de reafirmarse y de encontrar su identidad oponiéndose a los demás. Pero puede deberse a otros factores como:
  • ·         Influencia del entorno.
  • ·         Problemas emocionales, de convivencia o adicciones.
  • ·         Errores en el manejo de las normas por parte de los padres.



4. REVISAR NUESTRAS PAUTAS DE ACTUACIÓN
Que no favorecen que las normas se interioricen y se cumplan:

  • ·         No son coherentes.
  • ·         No están consensuadas entre los padres.
  • ·         No hay espacio para la negociación.
  • ·         Son excesivas.
  • ·         No están adaptadas a la edad, la capacidad de compromiso y cumplimiento de las mismas.
  • ·         No se valoran los logros, esto puede hacer que no merezca la pena el esfuerzo.
  • ·         No están claras: ni las normas, ni las consecuencias de su incumplimiento.
  • ·         Son arbitrarias.
  • ·         Cambian demasiado.
  • ·         No se predica con el ejemplo.
  • ·         Hay incompatibilidad entre marcar normas y ser afectivo.

Debemos ser afectivos y dialogantes, pero firmes. Hay normas inamovibles y normas negociables. El incumplimiento tiene consecuencias, aunque estas deben estar adaptadas a la edad y a la falta. Debemos valorar el cumplimiento de normas y responsabilidades, valorando este esfuerzo y dotándoles de mayor autonomía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario